El término ontología ha aparecido en diversas oportunidades y no siempre con la misma connotación. Los distintos sentidos que le hemos asignado al mismo término pudieran hacer pensar que nos contradecimos. Hemos hablado de ontología apuntando a nuestra concepción, sea ésta explícita o implícita, sobre el carácter de la realidad. Hemos utilizado el mismo término “ontología” para referirnos a la forma particular de ser de todo individuo. Hemos hablado de “desplazamientos ontológicos” apuntando a los cambios significativos en nuestra forma de ser. ¿Nos contradecimos?