27 noviembre 2017 / por Orliana
“Vivimos en un constante devenir” dice el conocido refrán, y es que a pesar de tener grandes resultados y buenas evaluaciones, todos nos hemos encontrado alguna vez con el complejo y temido cambio. ¿Cómo enfrentarlo y qué hacer con tu equipo de trabajo? Acá te entregamos algunas recomendaciones para ejercer en tu rol de líder.
No se sabe con certeza si fue Heráclito, Hegel o Buda quien instaló esa poderosa reflexión, pero una forma popular de interpretar esta declaración que es que “lo único permanente es el cambio”, frase que puede ser utilizada por todos y en todos los ámbitos de nuestra vida. Sin embargo, asumir que “el cambio siempre es para mejor” -como señalan los optimistas- es una posibilidad que puede ser alcanzada con un buen trabajo de liderazgo.
Según Ricardo Gallardo, coach ontológico y representante comercial de Newfield Consulting en México, la clave de una buena gestión del cambio recae en la capacidad del líder para saber escuchar y tener conversaciones valiosas y oportunas.
“En un proceso de cambio hay elementos fundamentales que un buen líder debe saber manejar, y que tienen que ver con generar conversaciones abiertas, transparentes y manejar de buena manera el ciclo de las promesas que acompaña al cambio” comenta Ricardo, y añade que “toda gestión asociada al cambio debe ser trabajada identificando sus etapas y las necesidades del equipo que se ve afectado por cualquier modificación en su rutina diaria”.
Independiente del tipo de cambio o de la etapa del cambio que se está viviendo, un factor de éxito fundamental para llevar a buen término este tipo de procesos es el diseño de la conversación.
Desde la perspectiva de la ontología del lenguaje y la experiencia de los coaches de Newfield Consulting, un elemento fundamental y de gran poder para la gestión del cambio y el manejo del clima organizacional es el rol que puede ejercer un líder haciéndose cargo de las conversaciones con los equipos de trabajo. “Debe hacer lo posible por ser el primero en hablar del cambio, con mensajes claros y transparentes y con información que sirva a su equipo para abordar de buena manera el proceso” comenta Ricardo, y asegura que en la mayoría de los casos, esto implica tener conversaciones difíciles.
“Algo que es fundamental, es el aspecto generativo de las conversaciones. Un líder que tiene conversaciones generativas con su equipo, puede transformar un clima complejo o negativo en una situación que promueve y genera incluso soluciones al cómo estamos llevando adelante el cambio”, comenta el experto, explicando que -tanto en los cambios donde hay pérdida de compañeros, como en los casos donde hay cambios de roles- resulta primordial que el líder pueda contener al equipo de trabajo agudizando la escucha y ofreciendo espacios compartidos en donde se discutan y compartan posibilidades para disminuir los impactos. “Esto solo se da en equipos de trabajo altamente conectados, que tienen conversaciones difíciles, ante situaciones complejas, indefinidas y cambiantes, pero que las enfrentan de manera creativa y generativa”.
Otro aspecto a tomar en cuenta frente a los cambios en los equipos de trabajo, es la gestión que el líder puede tener frente a las promesas entre todos los integrantes del equipo. “El proceso de generación y cumplimiento de las promesas sobre las acciones acordadas es fundamental en todo cambio, pues es en donde miramos cómo se da el cambio, e implica a veces transformar algunas capacidades de las personas, algunos procesos o herramientas, para asegurarnos de llegar a cumplir con las promesas y los objetivos del cambio” nos explica Ricardo.
“Una de las herramientas que puede desarrollar el equipo es utilizar el ciclo de la promesa, en donde -entre otras cosas- el líder realiza un acompañamiento para mirar y cuidar la dimensión emocional del equipo”. En concreto, se trata de la capacidad que debe desarrollar el líder para cuidar las promesas y propiciar la generación de confianza. “La sensibilidad y la comunicación oportuna permiten que el equipo mantenga la confianza en su líder”, sentencia Ricardo.
Cuando algo está por suceder y existen posibilidades de conversar con el equipo, lo mejor es que el líder sea claro y pueda notificar y compartir inquietudes. Es fundamental escuchar y abrir espacios de confianza.
Generalmente cuando el cambio empieza a suceder, el camino por el cual el equipo va a transitar recién se está definiendo, por lo que pueden existir otros cambios sobre la marcha. Tener conversaciones inclusivas es clave para definir las acciones que ese equipo va a llevar a cabo para lograr los objetivos del cambio.
Un elemento importante en todo proceso de cambio es la declaración que el líder debe hacer con su equipo, sobre cuáles van a ser los factores que van a determinar el cumplimiento del proceso de cambio, y que llevarán al equipo de regreso a la operación habitual. “La declaración de cumplimiento es fundamental para ver cómo se maneja el fin del cambio con todos los equipos alrededor de la organización”, comenta Ricardo Gallardo.
La última etapa en todo cambio es el proceso de acompañamiento, que permite mirar cómo las curvas de desempeño vuelven a estándares adecuados después del cambio. Acá muchos autores hablan de resiliencia, que es volver a un estado de flujo normal de trabajo, después de una situación de cambio. “Hay personas que necesitan más de un acompañamiento que otros. A veces también es necesario contar con un seguimiento externo, de asesores o coaches que permitan tener conversaciones con actores ajenos al equipo en cuestión, para que la persona termine de reacomodar las piezas después de un cambio”.